Mauro Barea
Bio
Blog
Prensa
Talleres literarios
Contacto
Mis libros
reseña
junio 30, 2025
Matacrías: el ascenso de Ramiro Galiana
junio 24, 2025
El mundo necesita campeones
diciembre 19, 2022
Corpore insepulto de Alberto Puyana
agosto 11, 2022
El plomo avanza, de Héctor Martínez Sanz
mayo 1, 2022
Malasanta y el horror de lo cotidiano
diciembre 26, 2021
La novela de Cancún
enero 4, 2021
Pájaros en un cielo de estaño, o el placer de leer historias
octubre 5, 2020
El alma en la piedra, de José Vicente Pascual
junio 6, 2020
Kepler 62, la humanidad que no volverá
abril 30, 2020
El encierro dentro del encierro, reflexiones desde el Roque
marzo 18, 2020
Comanche: vivir o morir en la frontera
marzo 13, 2020
Un versus: Apocalipsis vs La peste
febrero 4, 2020
Eslava Galán y los justificólogos
septiembre 23, 2019
El 1984 de Orwell no llega, pero…
septiembre 10, 2019
It y yo
agosto 5, 2019
Sobre Homero, la Biblia, y un grano de mostaza en el océano
abril 8, 2019
Pet Sematary triunfa, pero fracasa
noviembre 7, 2017
El juego de Juan Soto Ivars
octubre 18, 2017
Lilí Conde y el llamado a la non fiction novel de Quintana Roo
junio 30, 2017
Las ilusiones recicladas
mayo 11, 2017
A street cat named Bob, or how a cat can save your life
mayo 10, 2017
Muerte súbita de Álvaro Enrigue: tenis, semen y sangre
octubre 24, 2016
Ser mujer en el Mayab: Del manantial del corazón
junio 21, 2016
Palabras para Espinas
mayo 21, 2016
#CruzandoFronteras en Mahahual
Siguiente página
→
Suscribirse
Suscrito
Mauro Barea
Únete a otros 56 suscriptores
Suscríbeme
¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com?
Inicia sesión
.
Mauro Barea
Suscribirse
Suscrito
Regístrate
Iniciar sesión
Denunciar este contenido
Ver el sitio en el Lector
Gestionar las suscripciones
Contraer esta barra